La tercera generación de la familia KAWAI sigue con la misma premisa: su equipo de ingenieros de investigación y desarrollo se une a los Maestros Artesanos de Pianos para trabajar siempre muy de cerca.
Todo comienza siempre con la selección de las mejores maderas, seguido de un cuidadoso y largo proceso de curación y envejecimiento, tardando a veces años más que solo unos meses, ya que se trata de secado natural.
La temperatura y la humedad se controlan estrictamente en las distintas fábricas para asegurar la máxima precisión en todos los pasos de la producción. Nunca se escatima esfuerzos para entregar instrumentos musicales perfectamente diseñados, montados y acabados y sobre todo muy duraderos.
Una vez fabricados, los pianos pasan por las manos de los técnicos que los regulan para que los miles de componentes que forman su maquinaria, se ajusten para garantizar la ejecución exacta para la que fueron diseñados. El mecanismo se «toca» mecánicamente para simular muchas horas de uso normal, y se vuelve otra vez a ajustar. Entonces comienza la afinación con el inicial tensado de cuerdas y se establece la mejor relación tonal.
Todo el equipo de KAWAI siempre comparte en los pianos digitales y acústicos el trabajo donde el desarrollo de ideas siempre innovadoras y las últimas tecnologías, mejoran sin cesar la funcionalidad del instrumento sin desvirtuar nunca su carácter tradicional.
